miércoles, 17 de febrero de 2010

INDUSTRIALIZACIÓN E IMPERIALISMO.

Se conoce como industrialización el proceso por el que un Estado o comunidad territorial pasa de una economía basada en la agricultura, a una fundamentada en el desarrollo industrial, y en el que éste representa en términos económicos el sostén fundamental del Producto Interior Bruto y en términos de ocupación ofrece trabajo a la mayoría de la población.
En cada Estado o territorio los procesos de industrialización se han dado en momentos diferentes. La clave a nivel global en Europa y América se encuentra a finales del siglo XVIII y el XIX en los que la primera revolución industrial, con la incorporación de nuevas tecnologías a la explotación agrícola y la superación de los trabajos artesanales para la industria mediante producción en masa, cambiaron drásticamente el modelo económico y social.
Las características fundamentales de la industrialización son:
1. Abandono del medio rural por amplias capas de población en busca de trabajo a las ciudades.
2. Expansión y crecimiento de las urbes en torno a las cuales se instalan las grandes empresas industriales.
3. Emergencia de la burguesía como clase social detentadora de los medios de producción y que defenderá el liberalismo en la creación de empresas y el comercio.
4. Aparición de la cultura del proletariado y, con ella, del movimiento obrero que encuentra su expresión sociológica y filosófica en el marxismo.
5. Progresiva desaparición de los modelos ilustrados y de la nobleza como detentadores de la titularidad de los recursos económicos y del poder político.
Por extensión se habla de industrialización para referirse a cualquier modelo de sociedad muy desarrollada, si bien desde la década de los 50 del siglo XX las sociedades con mayor poder económico son aquellas que poseen unos altos niveles de desarrollo tecnológico.

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